¿Tu hija o hijo presenta berrinches constantes o comportamientos que consideras fuera de lo común?
Si tu hija o hijo se enoja frecuentemente, tiene regresiones como hacerse pipí, no come, no duerme, se golpea o presenta dificultades en la escuela, es momento de identificar qué lo está afectando. Estas conductas son una forma de comunicación emocional, y muchas veces como adultos no logramos comprender qué hay detrás.
La evaluación diagnóstica psicológica es un proceso especializado que nos permite conocer a profundidad el origen del comportamiento del menor, para poder intervenir de manera oportuna y eficaz.
¿Para qué sirve esta evaluación?
La evaluación tiene como objetivo identificar las causas que generan el comportamiento del menor. No se trata solo de analizar la conducta, sino de entender su contexto emocional, familiar, social y cognitivo.
Una vez que se tiene claridad sobre el origen del problema, es posible diseñar un plan de intervención psicológica específico que permita al menor y a su familia avanzar hacia una solución efectiva.
¿Qué incluye?
- Aplicación de pruebas estandarizadas en población infantil.
- Observación clínica especializada.
- Entrevista estructurada con madres, padres o tutores.
- Informe psicológico con diagnóstico, recomendaciones y tratamiento sugerido.
Un diagnóstico oportuno cambia el rumbo
La evaluación diagnóstica psicológica permite comprender lo que la conducta no dice con palabras. Al identificar el origen del problema, se reduce el tiempo del tratamiento y se mejora el bienestar integral del menor.
Si deseas conocer qué hay detrás de la conducta de tu hija o hijo y encontrar una ruta clara para acompañarlo, este servicio es para ti.
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